Si el hombre no aparece, la gente se enloquece y empieza a destrozar el lugar. Se queman las cortinas, empiezan las corridas y el tiempo no parece pasar. Libertad, frenesí, do-re-mi-fa-sol-la-si, ¡eso es el amor para mí!, y no conozco nadie que me haya hecho sentir así. Yo soy así, nací para cantar y ser feliz. No puedo estar sin ver pasar las olas sobre el mar. Ya no estoy, ya me fuí, ya partí de aquí.
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